Apenas en el siglo pasado la costumbre de las empresas era crear y construir grandes corporativos, lugares donde mantener el negocio en cúspide era la meta de todos los gerenciales de las empresas, el tomar riesgos a nuevas oportunidades era algo que no cualquier empresa tomaba, algo que cambio mucho con la entrada de la era digital y la entrada del siglo XXI.
En 1975, Kodak creo en sus laboratorios de investigación la primer cámara digital, una pesada camara de 3.5 Kg y 0.01 Megapixeles, cuando se presentó ante los directivos de la empresa no dudaron en patentar su invento, sin embargo, el temor a cambiar sus viejo esquema de negocios de cámaras analógicas y el darse cuenta demasiado tarde de que la tendencia de la era digital en la fotografía era imparable fue una de las causas de que en el 2012 Kodak se declarara en bancarrota. Como este nos encontramos más casos que se unen a esta necesidad de «innovar o morir», solo por mencionar otro ejemplo muy sonado fue cuando en el 2000 Blockbuster pudo haber comprado Netflix, todos sabemos como termina esta historia.

Entonces hablamos de una necesidad enorme de innovar para mantenerse a flote, pero, ¿qué es innovar?, si bien podemos decir que es una forma nueva de hacer las cosas, tenemos que entender que esto va mas allá y que es un cambio radical al modelo actual que se hacen las cosas, y esto no implica en tener un descubrimiento enorme con la ciencia, o de construir algo nuevo, esto puede ser menos inventivo de lo que pareciera.

En el centro de Guadalajara, Jalisco, muy cercano a Av. Chapultepec (Sí, donde están todos los restaurantes y bares), existe La Boquería, un restaurante de hamburguesas en donde todos sus platillos son realizados con ingredientes orgánicos, pero no solo eso, lo sorprendente del lugar es que ¡tu pones el precio a los platillos!, así como suena, el lugar se esfuerza por mantener un servicio de calidad para que sea el comensal el decidido en retribuir al establecimiento lo que el considere en valor económico a lo que consumió.
Pero no solo en el sentido económico se puede innovar, si algo ha hecho bien el internet durante el siglo XXI es romper esas barreras de comunicación entre personas y grupos de personas, ya no tenemos que llamar a la casa de la chava que te gusta con el miedo que te conteste su papá, de esta facilidad de comunicación, y de el uso común de smartphones, es que se ha servido la empresa propulsar y su aplicación Pleno Ciudadano, el cual nos da un medio sencillo para estar vigilando a nuestro legisladores y lo que hacen (o no hacen) dentro de sus trabajos, por mencionar algunas cosas que podemos encontrar en esta aplicación es los datos de contacto de todos los legisladores, correos, cuentas de redes sociales, la posibilidad de mandarle un mensaje, los días que ha asistido, su trayectoria, agenda y las declaraciones de transparencia que ha presentado (Patrimonial, fiscal y de intereses).
Pero volviendo a lo nuestro, cabe mencionar que México es un país de muchas carencias, por lo tanto se vuelve un país de muchas oportunidades y de focos rojos que podemos atender: desigualdad, pobreza, rezago educativo, servicios de salud, emprendimiento, desarrollo tecnológico o simplemente innovar la manera en que tu tía Lupe hace negocios en sus abarrotes (Sí, esa a la que le han pegado la llegada de los OXXO’s) podría hacer que llegues a una idea que no solo salve el negocio de tu tía, también te haga ganar un par de monedas a tu bolsillo.
Hoy es el día de salir a la calle y buscar eso que no funciona del lugar donde estás y pensar que es lo que hay que cambiar, avientate a intentar hacer las cosas de una forma diferente, si eres joven (y no tan joven) es momento de tomar riesgos porque puede que en una de esas soluciones la necesidad no solo tuya, si no de muchas otras personas que estarán muy interesadas en escuchas tu nueva idea de como hacer las cosas, y si tienes una empresa no dudes en tomar los riesgos necesarios, esa puede ser la diferencia en que tu negocio exista el día de mañana.